martes, mayo 30, 2006

Una aclaración, amigos

Sería bonito pensar que unos gremlins se hicieron con mi página, que unos trolles despechados por no haberles enseñado la pepitilla habían hakakereado mi blogo, nada más lejos de la realidad, los critters sólo estaban en mi cabeza.


No, hombre no, no era eso. Aquí, este patético ser que os habla, se cogió unas cuantas cervezas y, mientras escuchaba en modo loop “la última noche que pasé contigo” durante varias horas sola en su cuarto, recordando viejos tiempos, cuando las cosas no estaban claras pero desde luego no importaba una puta mierda, bailábamos en cualquier parte y sólo nos preocupaba si los viejos de Paula estarían en casa el finde; entonces, ciega de alcohol y de penita de llorar como si me hubieran implantado dos cebollas en las cuencas de los ojos, de lo que es sentir el verdadero compadecimiento del propio ser por lo terrible que es la existencia, escribí unos versos que aquí os dedico, al más puro estilo Bukowski pues, como yo, encauzaba el poder del alcohol hacia un arte puro:

“Perra de pajas.

Sólo, humildemente soy

una perra de pajas.”

Es cierto que tira más hacia lo que es un haiku ya propiamente dicho porque, en unos breves versos, focaliza toda la verdad de este Universo constante que nos aborda. Acojonada por mi propio arte y a la vez hastiada de esta incomprensión que sufro por ser tan especial, borré mi blogo en un acto autodestructivo que me caracteriza mucho, después de comprobar cuán difícil es cortarse las venorras con un cutter.

Pero no vamos a llenar las estadísticas con este tipo de tonterías. Para qué, si siempre podemos seguir porculeando, gratis.


Aquí kaleitroscopicgirl minutos después de compadecerse de su mala suerte en la vida.

8 comentarios:

nobody dijo...

"Life is like a bullet from behind,
I'll run for cover, like just you"

Me alegro que recuperase el blogo, le habrá costado lo suyo, la próxima vez espero que haga cualquier otra cosa (pinte la pared con sus propios excrementos, rompase los nudillos contra un espejo, lo que sea!) con tal de que podamos seguri disfrutando de su blog.

Anónimo dijo...

Este post es muy bonito y sensible, veo que no soy el único que se acojona ante su propio arte.

También tengo que decir que, a veces, es recomendable sucumbir ante los trolls, sobre todo ante una petición tan inocente como la exhibición de la propia pepitilla.

Virrey Mendoza dijo...

Los ARTISTAS AUTÉNTICOS, eso que solemos ver tertulieando con Carmen Sevilla y su perro lazarillo en El Peor Decorado Jamás Visto, ya tienen superada esta fase de autocompadecimiento e incomprensión postadolescente, KGrill, pero parece que estás en el buen camino...
No obstante puedo recordar como te pudiste sentir en aquél vergonzante momento, pues una vez fui humano demasiado humano, hasta que descubrí el sex-shop PRIVATE que está en el cruce de Diagonal con Paseo de Gracia. Y es que el porno es como la homeopatía: lo cura todo.
Ahora puedo alegrarme de haber alcanzado cotas de ataraxia que con dificultad hubiese logrado Schopenhauer o el tío de Andrés Hurtado.
En fin, me alegra verle de nuevo.

dibi dijo...

las niñas tienen oricio, los niños tie calamare


dibi

Folks dijo...

Creo que lloraré lágrimas de plastelina ante un maravilloso texto sentido digno de un ser Lacrimoso-Cuneiforme o de un hechicero de nivel 7

Kaleidoscope Girl dijo...

Gracias por los ánimos amigos y gran chimp.

pd. tie calamare? tie calamare? es niño niño, o es niño niño?

Pablo.- dijo...

Recuerdo un cuento de Jack London en que el médico de urgencias le explica al suicida cómo tiene que hacer la próxima vez: "la cabeza hacia atrás". Cuando llega cadáver una semana después piensa orgulloso "así, hijo mío" (Semper ídem, de Fragmentos del Futuro).

Recuerdo la escena de Mulholland Drive, viendo a través de las lágrimas que se acumulan, se abomban, lo disuelven todo, gordas, caen, sientes lo salado y los mocos y la absoluta soledad de esa rubia masturbándose por no poder ni vivir más.

Recuerdo el llanto muy de pequeño, cuando no era capaz de controlar el diafragma y estaba a punto de morir asfixiado, porque no entraba aire, y se me olvidaba la pena y entraba sólo angustia insípida y molesta.

Recuerdo haber disimulado que no me gustaba aquella canción, haber fingido tantas veces, sabe Dios por qué, o sólo porque la quise.

Quisiera empezar a olvidarme, si me lo permite usted. Sigue escribiendo.

Unknown dijo...

¿Soy el único que se ha partido el ojete de risa al leer "veo que no soy el único que se acojona ante su propio arte" en los comentarios?

Joder, si encima lo dirá en serio.