X conoció a Y en una discoteca. Compraron preservativos en la máquina de una farmacia de las Ramblas. Mientras él metía las monedas ella hablaba sobre la nueva ley anti-tabaco con un kioskero resentido - petazetas y 100 años de viajes en bicicleta en los bolsillos –
- ¿Vives muy lejos? Me asustan los travestis de cabezas hinchadas.
- No vivo lejos. Lo conseguiremos, amiga.
La ciudad vertió sobre sí misma un agujero negro hacia la Barceloneta. En el portal olía a mar y a Cucal y las pisadas de una fiesta en el otro extremo del mundo retumbaban en los oídos. Hicieron un sexo lento y extraño y, sin apenas sudar, deducían raros axiomas.
Al levantarse a la noche siguiente alguien había preparado café, alguien también había quemado café sin agua en una cafetera vieja, alguien llamó a una pizza durante el sueño y había dejado los bordes mordisqueados sobre el cartón tirado encima de la mesa. “Y” se estaba duchando y una taza de café recién hecho con la foto de Laura Palmer impresa sobre uno de los lados, la esperaba encima de la mesa. “X” recogió sus cosas mientras él cerraba el grifo, sin despedirse cerró de un portazo porque aquello había sido… sobrepasarse.
- ¿Vives muy lejos? Me asustan los travestis de cabezas hinchadas.
- No vivo lejos. Lo conseguiremos, amiga.
La ciudad vertió sobre sí misma un agujero negro hacia la Barceloneta. En el portal olía a mar y a Cucal y las pisadas de una fiesta en el otro extremo del mundo retumbaban en los oídos. Hicieron un sexo lento y extraño y, sin apenas sudar, deducían raros axiomas.
Al levantarse a la noche siguiente alguien había preparado café, alguien también había quemado café sin agua en una cafetera vieja, alguien llamó a una pizza durante el sueño y había dejado los bordes mordisqueados sobre el cartón tirado encima de la mesa. “Y” se estaba duchando y una taza de café recién hecho con la foto de Laura Palmer impresa sobre uno de los lados, la esperaba encima de la mesa. “X” recogió sus cosas mientras él cerraba el grifo, sin despedirse cerró de un portazo porque aquello había sido… sobrepasarse.
A la derecha, taza de una persona normal que roba en el Starbucks. A la izquierda , taza para asustar a las chicas que te llevas a casa.
3 Comments:
At 11:22 PM, Darth Pomada said...
At 8:00 AM, Anonymous said...
3 comentarios:
Oooohh... te empecé a leer tarde!
QUE SIMPLEZA LA DE LOS SERES QUE NO CREEN EN EL CORAZON SI NO LE VEN EL ROSTRO....
Escucho el programa de Luis Rodriguez y me parece estupendo.Lo único que no veo razonable es que no salga su foto.Yo he mirado por todo Internet y no encuentro nada, de nada.Su voz es dulce , cálida y amable me parece una buena persona.
Me imagino, por la voz, que es aún joven y bastante atrac.....
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