martes, mayo 30, 2006

Skins, revelaciones y cintas de vídeo

Qué hermosa que es la Internete, amigos, sin ella no podría, por ejemplo, conoceros a vosotros, ampliar mi cultura de Trivial (pero Trivial Genius, eh) o ser sabedora de grandes hitos en la historia televisiva como aquél episodio de MacGyver en Euskadi…

Perfecto. ¿Quieres hacer otra toma sin el sarcasmo, kaleitrosconicgirl de los cojones?

Por supuesto. A veces, cuando pienso durante mucho tiempo en cosas raras, como qué lugares y años me gustaría visitar si tuviera una máquina del tiempo, en si seré capaz de aguantar de una maldita vez la risa nerviosa en ocasiones totalmente impertinentes y crueles como la visión inesperada de un enano acondroplásico por la calle o en el significado absurdo de algún sueño, me gustaría sincerarme y expresar este caos total que impregna cada cosa que veo. Por eso, por no ser capaz de dictar ninguna sentencia condenatoria, un dogma, una afirmación profunda sin peros que valgan, sin un leve matiz (o al menos sin arrepentirme tremendamente después si, al parecer, alguien me ha tomado verdaderamente en serio) me maravillan aquellos que lo hacen tan categóricamente desde la seriedad de una editorial, sin ironías, sin humor.

Estoy hablando de los libros que venden, y no precisamente del Quijote, si no de aquellos que, además de comprarlos, se leen, y con bastante avidez. Y no sé por qué pero cualquier reflexión que encuentre de algún ser anónimo sin ánimo de lucro en la red, por desacertada que me parezca, no la puedo equiparar con la de alguien que va por su 34ava edición y menos si se fundamenta en una idea tan errada como la cámara oculta, ese método tan infalible, dicen, de demostrar la VERDAD, además de sobre el papel, también en canales culturales como Telecinco, liderados por la gran Mercedes Milá (amo a esa mujer)

Lo cierto es que no suelo leer libros que no sean de ficción o puramente históricos pero el otro día hice el experimento con una de estas joyitas – por puro morbo, la verdad – que es “Diario de un skin” publicado por primera vez hace ya tres años y que yo os revelo, por si acaso no lo habéis leído, los puntos más importantes en clave de gag.

Antonio Salas nos descubre lo malos, malotes que son los skinheads. Lo intolerantes, lo tontolinos y lo violentos que son (algunos ya nos dimos cuenta cuando nos esperaban a la salida del “insti”, eh) Aparte de esta revelación, tal y como si me salpimentaran el ojete, lo que más me molestó fueron los copypastes descarados que se marca de sus propios párrafos, como si diera por hecho que sus lectores tuvieran memoria de pez a partir de la página 170 más o menos.

Sólo deciros que su investigación empieza en los chanes y cito: “Al principio no duraba ni quince minutos en los chats nazis. Y tardé en aprender las reglas del juego… su juego” (aquí un poco de música de suspense y peligro, por favor)

Y, más adelante: “Tardé algunas semanas más en aprender el complejo entramado de claves y contraseñas del submundo nazi internacional. (…) Así, semana tras semana, mes a mes, insistiendo una y otra vez y pasando horas y horas en sus canales y páginas web, comencé a aprender esos códigos secretos”


Aquí mi cámara oculta demostrando que el pelo que se tiene en la cabeza no está relacionado con la inteligencia.

Pero lo que verdaderamente me hizo reír fue que este buen hombre se vio “obligado” a hacer el amor con una chica skin con el único motivo filantrópico y totalmente desinteresado de darnos a conocer el mundo de las skinsgirls. Esto es, una pobre chica bebida diciendo taradeces sobre las mujeres blancas, aborto, nacionalsocialismo, etcétera. La situación se produce cuando ambos están en el coche y ella nota un bulto extraño. “Si hubiese descubierto que aquello era una cámara de vídeo probablemente mi infiltración entre los skinheads, y desde luego mi conocimiento de las skingirls, habría llegado a su fin.” Tigre… ¿y no sería que te picaba la polla? Más adelante añade, como colofón: “Naturalmente no entraré en detalles escabrosos. Mi intención es exponer los hechos con objeto de que el lector pueda elaborar un perfil de esta joven, quizás extrapolable a otras skingirls, y no exprimir de manera sensacionalista este episodio sexual. (…) Jamás, antes de aquella noche, ni después, al menos hasta la fecha- me había encontrado con una mujer que me pidiese que la insultase y que le pegase mientras teníamos relaciones sexuales” Recomendamos al autor de estas líneas que comience una investigación sobre hábitos sexuales españoles aquí. Puede que le lleve algún tiempo esclarecer las claves y contraseñas del submundo BDSM internacional. Pero seguro que valdrá la pena.

Me pregunto por qué el periodismo de investigación no se centra en temas serios como hacer un seguimiento intensivo al Führer de la playa o colocar una cámara oculta en algún WC de mala muerte en California para ver cómo alguna de las componentes del grupo country Prussian Blue se coloca su primer tampax. Pero éstas siempre serán… preguntas sin resolver, amigos.


Las dos mellizas, verás qué risa… “Gente como Hítler y Rudolf Hess son nuestros héroes”

9 Comments:

At 5:21 PM, El Gran Chimp said...

Admirada Kgirl, para completar su acertado y certero post le recomiendo que "visionee" la película que se perpetró a partir del libro, un ejemplo de pulso cinefalográfico y actuaciones ciertamente punitivas.
En cuanto a este señor, el tal Salas, me ha hecho recordar mis años mozos de la facultad durante los que compartí piso por dos cursos con un ser que ahora es periodista de sucesos y publica libros sobre asesinos y la españañaña negra... pero eso es otra historia que me reservo para cuando Aleix Vidal-Quadras se elegido pesident de la Cheneralitat.
A sus pies, como siempre, y perdone que me enrolle tanto.

Ya he tenido bastante con el libro, gracias. Al menos su compañero era periodista, este hombre, con el rollo del anonimato (claro, está amenazado pero si hubiera hecho lo mismo con una comuna de hippies también le querrían saltar los dientes) no sabemos nada de él y no creo que hubiera tenido ni la nota de corte para entrar, oiga.

At 8:43 PM, ZzazZ said...

Fortísimo lo de que se tuvo que líar con una skingirl porque le vio un bulto y era la camara, me recuerda a Hot Shots, o alguna de ese estilo.

At 8:57 PM, Mr. Glasshead said...

Con este artículo define usted muy bien este tipo de libros sensacionalistas, que intentan sacar grandes y misteriosos secretos "internacionales" donde sólo hay un grupo más de gañanes. Ganaría mucho si se dejara de historias de 007 de pacotilla (me he partido con lo de "aquí un poco de música de suspense y peligro, por favor") y se dedicase simplemente a explicar de manera objetiva la historia de estos grupos.

Lo de la secuencia de sexo con la nazi... vomitivo. Da toda la impresión de ser un freak que para una vez que folla tiene que ponerlo en un libro.

No se, mis chicos me consta que se tuvieron que cepillar a todo un burdel de coreanas, por razones de alto secreto que no pueden transcender...

En fin, no hay nada como un poco de sensacionalismo del barato.

Por cierto, si me lo permite me felicito a mi mismo por haber visto la calidad que iba a adquirir este blog con el tiempo, si estuviede ud. en el ejercito a estas alturas seria Comandante MGWKE, siga así...(

PD: Eso si, un consejo, recuerde practicar el montaje y desmontje del fusil con los ojos cerrados, que nunca viene mal aunque llege ud a General de 4 estrellas

At 11:59 AM, Wu Ming said...

Gran post Kaleidoscope Girl.

Yo también soy un pobrecillo que leyó el libro de Angel Salas. Cuando llevaba 30 páginas vi que era un timo, pero el puro morbo (al igual que me pasa con "Aquí Hay Tomate") me hizo continuar hasta el final.

Me da la sensación de que la historia de la skingirl es más falsa que un duro de chocolate.

Lo único que se ha conseguido con la polémica generada por este libro es que un grupo de gañanes descerebrados a los que ni su mama hacía ya caso (excepto sus potenciales victimas, claro está) vuelvan a conseguir notoriedad.

Lamentable.

At 8:25 PM, Darth Pomada said...

Crítica literaria, referencias cinéfagas (siempre mejor que cinéfilas)... maravilloso, nunca defrauda, Kaleidoscope girl.

El libro me lo leí en su día. Creo que el Coronel ya lo ha llamado "sensacionalismo barato", y poco más se puede añadir.
Como siempre, son estereotipos cantados: el héroe anónimo que denuncia el mal, el hombre de mundoque se funde con el medio, que sabe adaptarse a cualquier situación por difícil que parezca, que sabe combinar trabajo y placer para follar con la mujer fatal, la mantis religiosa que le puede devorar de un momento a otro, la estética nacionalsocialista siempre vinculada con el sadomasoquismo, bla, bla, blá.

Benditos estereotipos. Están por todas partes.

Como siempre, a sus pies.

At 3:19 PM, Eddy Lebowski said...

Yo no me he leido el libro y no puedo juzgar, pero por lo que parece le gustó el episodio con la skin, porque después escribió otro en el que se introducía en el mundo de la prostitución nino-nino, nino-nino, nino-nino... Y vamos si se debió introducir.

At 2:19 PM, Dammy said...

La verdad es que es una verdadera lástima (o en realidad una bendición), que hayan blogs de una excelsa calidad que son gratuitos y luego se publiquen pésimos libros que, evidentemente, hay que pagar para leer.

Un blogbesico (gracias por ser gratis, jeje).


1 comentario:

Tennessee Rose dijo...

Sé que es muy tarde como para comentar esto. Mira yo soy skinheadgirl...y también me leí ese libro...y la verdad solo habla de skins nazis o de tontolavas rojitos q van de malo malotes...me tengo q leer toda tu cosa esta q has escrito però como me he sentido aludida por el primer parrafo no me he resistido a comentar antes de leer. Yo te invito a q te informes de los primeros skins...es provable q algun dia publique mi entrada. Pero n ecessito porfavor! q no se generalize y q no se me confunda con una nazi o con qualquier tia malota q solo se abre de patas ante peladitos o lo q sea. Bueno a ver si lo lees. Un saludo ...me dispongo a leer yo.