miércoles, junio 20, 2007

Pepitilla Parade

Poco que contar sobre este tiempo en búsqueda del mojo. Aprendí que los seres humanos y las hormigas pueden convivir en el medio urbano en completa armonía; cavé una zanja con mi padre, tuvimos una conversación de hombre a hombre y encontramos una mina de azabache; me compré un volksauten; intenté iniciarme en el noble arte de la cetrería (en vano) y fui abofeteada por un camarero psicópata al que no le agradaba que me comiera el pan antes de que se sirviera la comida.

También el blog me absorbió como ente vivo que se desarrolla en mi ausencia. Ya sé que comments y estadísticas no sel kálate, Miyagui, pero tengo derecho a soñar… Fanáticos de la COPE, estraperlistas de links y ministeriosos, yo os amo.