jueves, septiembre 06, 2007

La libreta de multas

Una cuestión puede ser llevada del plano confidencial a la metafísica practicada con absolutos desconocidos que, a ser posible, estén tan ebrios como yo. Creo que esto me está ocurriendo con uno de mis temas preferidos: la libretita de multas.

He guardado este documento durante años con la única esperanza de que me sirva, en un futuro, como atenuante en algún posible juicio de asesinato. Variaría el “las voces me obligaron a hacerlo” por “mi padre me multaba si no lo hacía”.

A pesar de todo, siempre lo he considerado como una anécdota graciosa y, cuando mis interlocutores piensan que les estoy narrando algún trauma infantil, ellos me pagan con la misma moneda. Pero de qué manera. A mí humilde relatillo responden con historias de terror protagonizadas por familias disfuncionales. Sin embargo, nada comparado con lo mío, dicen, ¡tu padre estaba loco!, dicen.

Así que he llegado a la conclusión de que la gente no ve cómo corre en sus entrañas su propia mierda y, si la ven, la suya al menos no está parasitada. Ésta es una nueva metáfora escatológica para ilustrar lo de la viga en el ojo. No es muy buena, pero las cosas están así: son las siete de la mañana, aún no he dormido un carajo y para alguien acostumbrado a dormir dieciséis horas al día a lo Descartes style, mi organismo está entrando en un estado parecido al colocón. Mi mente procesa de esta forma extraña como guiada a encontrar la verdad absoluta (y todo eso).

Vayamos a la historia de la libreta. Comenzó cuando tenía siete años y duró unos tres años fiscales. Mi padre decidió que había encontrado un método para arreglar el problema de la paga. Se me asignarían 53000 pesetas al año, ¿parece una buena idea, eh? Pero sólo podría sacar dos mil pesetas de golpe cada mes. A partir de ahí, elaboró una lista con las multas y el precio de cada una, dependiendo del valor de la prohibición (de 100 a 300 pesetas) que incluían cosas como: llorar sin motivo, tirar papeles a la calle, ver la televisión más de una hora al día o hablar en “mal tono”. Cada vez que infringía una norma, él sacaba la libreta del bolsillo, anotaba un palito en su respectiva multa y descontaba la cantidad. Palito tras palito, me quedaba en números rojos al segundo mes, más o menos. Para estar a cero, debía compensar el dinero que yo le debía a mi padre a base de trabajos forzados como pasar la aspiradora, catalogar sus libros o fregar los platos.

El seis de enero, cuando comenzaba nuestro nuevo año fiscal, se hacía balanza con la nueva asignación y yo me apresuraba a sacar mis dos mil pesetas antes de que todo se acabase.

Como he dicho, alguno, tras esta historia tan tierna de amor paternal, se sincera con “Pues mi abuelo me enseñaba el merucu en las tardes de domingo” y toda clase de aberraciones similares.

Ah, claro, tu familia permitía que el abuelo Pedro te arrimara la cebolleta allá monte arriba pero mis padres son unos cabrones retorcidos.

Alguien me contó, incluso, que estuvo jugando con un “nuevo muñeco” durante dos días que resultó ser un esqueleto de niño - humano- Esto se explicaría por una posible excursión que realizaron sus hermanos mayores al cementerio en pleno uso de sus mentes psicotrópicas. Aunque yo prefiero pensar que se acercaron al monasterio del Escorial y cortaron un trozo de esa tarta rellena de merengue y jugosos infantes. Dejadme soñar.

Pero en fin, jugar a las tacitas de té con el Jack Skeleton que han exhumado tus hermanos no es nada comparado con eso de las multas: ¿de qué iba tu padre, era una especie de Doctor Frankenstein o qué?

73 comentarios:

Merucu dijo...

Como he dicho, alguno, tras esta historia tan tierna de amor paternal, se sincera con “Pues mi abuelo me enseñaba el merucu en las tardes de domingo” y toda clase de aberraciones similares.

A ver, que digo yo, que a un conocido tuyo lo llevaran a verme los domingos no lo veo yo aberración ninguna. Que sepas que de pequeño tenia look escandinavo y buena salud.

Ay que joderse, oye xD

Anónimo dijo...

Los intentos de nuestros progenitores para inculcarnos valores morales suelen ser de lo más patético.
He visto cosas parecidas, pero lo refinado del método de su padre supera a todos los intentos de adiestrameiento conductista que conocía. La verdad es que una medida así no sé cómo calificarla, si de cruel o de estúpida.

Y no, no pienso sincerarme contando mis traumas infantiles. Bastante tengo con acarrearlos de un lado a otro como para, encima, dejarles que consuman mi tiempo en la Red.

Saludos, me alegro de volver a leer aquí.

Anónimo dijo...

Dos talegazos de la época para una niña de ese tamaño. Putos ricos del culo.

Anónimo dijo...

Del culo he dicho.

Kaleidoscope Girl dijo...

Sí, eran unos adinerados del culo. La pena es que mi padre se bajaba a la güisquería y lo gastaba todo con la puerca de tu madre. Luego el pobre se intentó quitar las verrugas genitales a mordiscos y feneció intoxicado.

Ágætis byrjun dijo...

admiro a las personas metódica

ps. missing strikes

Anónimo dijo...

A mi mi padre me apoyaba el cubata en la cabeza y si se me caía me asfiKSiaba un poco con la correa del perro.
Y vuelta a empezar.

Anónimo dijo...

Para las verrugas genitales:

a) Tratamiento con nitrógeno líquido.

b) Hábil aplicación de una solución de resina de polietileno (¿de polietileno?) al 10 % (¿al 10 %?)

c) Carísimo tratamiento farmacológico con Interferón Beta.

Ahora han sacado una vacuna que recomiendo a todas las niñas de 12 a 14 años.

A mí me fue de cine con la resina.

Al blogrol de la vergüenza vas, cachonda.

Darth Pomada dijo...

Creo no tener ningún trauma infantil de esos. Lo único, quizá, que mi padre cuando me echaba la bronca y me castigaba lo hacía gritándome en vasco; pero, por lo demás, me parece que no.

Un post sublime, como no podía ser de otro modo.

Siempre a sus pies.

Pussy Galore dijo...

Chochi, con los poderes que se me han otorgado, yo te absuelvo de haber tirado papeles al suelo y haber llorado mas de la cuenta.
En el nombre del padre, del hijo...

nobody dijo...

Oiga, si no podia sacar más de 2.000 al mes y un año por aquellos entonces tendria unos 12 meses (13 si era bisiesto), no me salen las cuentas... a ver si su padre también malversava fondos ademas de poner multas, si es que estos politicos son unos hijosdeputatodos.... (con mis respetos a su señora abuela)

Saludos K

Anónimo dijo...

Mi peor trauma infantil fue cuando descubrí que los reyes no son los padres, o al menos no son los míos.

Anónimo dijo...

Bueno, yo pensaba que éste era un blog de judíos, pero veo que no, ve que es un blog de niñatas malcriadas.

Es usted una niñata malcriada.

Ay, ay, ay.

Bueno, ¿alguien ha visto esl partido de la selección española de baloncesto? El baloncesto es interesantísimo.

A mí me interesa desde hace un año, o puede que más.

Aunque prefiero el beisbol.
Es más judío.

Anónimo dijo...

"Escriba las letras tal y como se muestran en el margen."

Lo que yo decía. Una putita cristiana y malcriada.

Anónimo dijo...

¿Qué tal tu navidad? ¿Qué tal tu jodida navidad cristiana, malcriada?

(Anónimo era yo, por cierto.)

Anónimo dijo...

No me creo que duermas dieciséis horas diarias, no.

No me creo eso de que seas tan sumamente estricta con tu sueño, no.

Qué va.

Seguro que es una exageración.

(Fíjense en que 'exageración' va en cursiva. eh, en cursiva.)

Anónimo dijo...

Di la verdad, tú mataste a maddie McCann

Anónimo dijo...

¡TÚ MATASTE A MADDIE MCCANN!

Anónimo dijo...

Por ahi me han dicho que asturias huele a verde...

a ver cuando quedamos, aunque sea para escupirte en la cara, yo vivo en llanes

Anónimo dijo...

Tu lo que necesitas es un buen navo.

A ser posible, el mío.

pd: yo soy de Colloto

Anónimo dijo...

Me río de tus valores y de las cosas que para tí son importante.

Ha ha ha.

Anónimo dijo...

Tu padre... Un Nexus 6, fijo. ¿Queremos tanto a esta gente porque portamos sus genes o qué? Es que si no, no se explica.

Me encontré con tu post vieho vieho sobre La cosa del pantano de Moore. Supongo que ya has leído Top 10. Si no, ya tardas :)

Estrellita Mutante dijo...

Me encanta el sistema, enseñando el sistema de faltas y castigos desde bien pequeños.

Lo de mi madre era el chantaje emocional, algo muy chungo y despiadado.

Anónimo dijo...

Como muchos de vosotros ya sabéis, hay un grupo de trols resentidos que se aburren y no tienen otra cosa que hacer que tratar de derrocarme y reventar el blog que he instaurado. Como no les hago caso, creo que intentarán derrocarme en los blogs de mis fieles lectores, que sois vosotros, y sin los cuales yo no sería nada. Os pido por favor que no les hagáis caso. Y visitad mi nuevo blog...

PD. Repostead este comentario a todos vuestros contactos, por favor.

Anónimo dijo...

JO TIA eres tan superácida que no te superan ni mis kiwis pre-temporada

sigue asi te queremos

Anónimo dijo...

Dame una P....

Dame una L...

Dame una A...

Dame una G...

Dame una I...

Dame una O...

PLAAAAAAGIOOOOOOO! uh!

Anónimo dijo...

lo tuyo empieza a parecerse a lo de Ray Finkel... "muerte a Dan, cuerdas fuera... muerte a Dan, cuerdas fuera"

Por cierto, acababa detenido y creo que derecho al psiquiátrico

háztelo mirar

Anónimo dijo...

¡Corre Marge.... corre como una LOCA....!

AGAF dijo...

dios mio, alguien tiene un fan obseso compulsivo.
No creo que fueras una niña rica, solo que tu padre era realista, sabia de tus habilidades para portarte mal y no queria que acabases como un pais sudamericano y tuviera que condonarte la deuda.
Un saludo

Anónimo dijo...

LEAVE KALEIDOSCOPE GIRL ALONE!!!

Anónimo dijo...

SHE´S A HUMAN!!!

Anónimo dijo...

YOU FUCKIN BASTARDS

Anónimo dijo...

Yo no soy el trol zafio. Que conste.

Lo mío es el troleo social, ajeno a resentimientos personales.

Yo no tengo roto el corazón.

Niña rica.

He dicho.

Anónimo dijo...

Galoy, hijo, ¿de dónde copias tus nuevos troleos? Ya no pareces deficiente mental, como antes.

Y tú no te rías, niña rica.

Anónimo dijo...

Mirad, mirad de dónde ha sacado el tonto del naVo su nuevo insulto:

http://64.233.183.104/search?q=cache:9Nzzb-y1dSAJ:manuel-miranda.blogspot.com/2007/01/protestas-estremecen-al-mundo-por-la.html+%22etiquetador+de+kiwis%22&hl=es&ct=clnk&cd=2&gl=es

http://64.233.183.104/search?q=cache:6at0Pci5ixIJ:www.universomarvel.com/bajolamascara/2007/01/nuevo_fotograma_de_spiderman_3_1.html+%22etiquetador+de+kiwis%22&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=es

Galoy, hijo, en un año entero no has rebuznado ni una sola trolada de propia cosecha. Para una que parecía buena, y también la has copiado. Como tus horrendos y acongojantes posts, que suelen ser malos calcos de alguno que has visto por ahí cuatro o cinco días antes. ¿Crees que la subnormal de tu novia va a salir del túnel de idiocia en el que anda perdida con un ejemplo como el tuyo? Ay...

Anónimo dijo...

Lo de los kiwis zespri ya lo había dicho yo EN SEPTIEMBRE

Y YA NO ME LLAMO GALOY

Anónimo dijo...

Acabarás tirando a alguien a las vías del tren...

Médicate, que ser bipolar debe ser jodido

mucho animo guapetona

Anónimo dijo...

Te voy a lanzar un cumplido:

Si fueras estadounidense, ya habrías salido en la tele, a pesar de tu juventud.

¿sabes por que?

Porque saldrías en primera plana tras haber tiroteado a medio colegio mayor y a tres profes. ¡Lo llevas en la sangre, artista!

Pena que luego tiendan a suicidarse, los angelitos.

Anónimo dijo...

Me parece que Galoy no sabe lo que significa "bipolar"...

Anónimo dijo...

Tía, ¿tú te piensas que la poli es tonta o que?

Que somos listos y no nos timas, jodía

A ver si aprendemos...

Folks dijo...

Mi padre, yendo a cazar, me soltó por el coto para ver si me acertaba con el mosquete. Por suerte nuestro mayordomo se dio cuenta de que se había equivocado de jaula y me dio un azucarillo.
Al día siguiente fue despedido por mal uso del azucar familiar.

Anónimo dijo...

k, la función de las multas es educar sancionando, eso es bueno y se aprende mucho

PD te han vuelto a salir troles, seguramente por no poner las fechas de los comentarios

Anónimo dijo...

A ber si nos sacamos pronto un nobio y empezamos a bibir la bida con un poco mas de alegria, que te veo un poco bengatiba y un poco escozida, nada que un polbo pueda solucionar, animo chiquitina, tu puedes, un nobio o una nobia solucionaran tus provlemas de autoestima y de odios internos, adelante, te animamos desde aki, de berdad.

ah me han dicho por ahi que usar mascariya mas de media hora puede reabibar puntos negros, ten precaucion bale guapa?

te queremos

... dijo...

"Una putita cristiana y malcriada. (...) ¿Qué tal tu navidad? ¿Qué tal tu jodida navidad cristiana, malcriada?" (!!!!!)

Jajajaja! No lo parece, pero es terrorífico. Ahora entiendo algunos de tus miedos conspiranoicos, y no es para menos. Ya lo sabes. Sueles sacar trapos sucios que bordean la criminalidad en tus posts, y eso agita a las masas de enseres escatófilos. Te sobra coraje y aguante allí en donde uno se arrancaría la picha y se la clavaría en un ojo antes de seguir adelante. Ten cuidado, parecen inocentes, pero no lo son. Estos no se equivocan, ni siquiera creo que razonen, pues su inofensiva bilis e inocencia de parvulario los delata. Algo tienes que consigues que afloren los monstruos de adentro, y sed de sangre y coño es lo que éstos tienen. Cuídate mucho. Y, ahora (más) en serio, vuelve a darle (muy) duro al blog, que más mujeres con el mismo agridulce y soterrado sentido del humor que el tuyo, buena falta que hacen, aunque sepas de antemano que estés condenada al ostracismo y la incomprensión y a ser objeto de fortuito deseo insano y odio chorra y desmesurado. Pero eso es lo mejor de todo, mientras le des cuanta menos importancia mejor y lo aceptes como la valiosa virtud que es.

Nada, que me aburría y tenía ganas de pasarme por aquí, que hacía tiempo que no lo hacía. Sólo quería saludar a kk y a los demás pirados que por aquí nunca faltan: saludos.

Anónimo dijo...

I was +thinking about how great is to go and fuck some sluts.

Are you alone?

Anónimo dijo...

Eres una puta cobarde y jamás darás la cara...

que te follen... ya entiendo porqué tu nombre empieza por A...

Será porque te gusta mucho poner "anónimo" en los blogs de los demás. Palurda, paleta, aburrida y tediosa...
me dejo algo... ah, sí... LOCA. y OBSESA.

Anónimo dijo...

Sé cuál es tu nombre.

Sé que vives en Asturias.

¡Y que viviste en Barcelona!














JAJAJA, soy un crack.

anilibis dijo...

Pues mi padre y su hermano, durante la guerra civil, les robaban cosas a los soldados italianos que había por ahí. Tenían un arsenal con máscaras de gas, granadas (sí, GRANADAS), balas, chocolate "nero" y puros. Por las tardes lo sacaban todo y se ponían a jugar. Una vez intentaron matar una serpiente de un granadazo. Lo consiguieron. Volaron la serpiente y 2 dedos de la mano de mi tío.

Angelitos

Así que no tenía mucho que echarme en cara.

Anónimo dijo...

Buen culito.

Anónimo dijo...

UH-JUH!

UH-JUH!

Eres una puta cobarde y jamás darás la cara...

que te follen... ya entiendo porqué tu nombre empieza por A...

Será porque te gusta mucho poner "anónimo" en los blogs de los demás. Palurda, paleta, aburrida y tediosa...
me dejo algo... ah, sí... LOCA. y OBSESA

Anónimo dijo...

Hola, ZORRA

ESTOY EN TU CIUDAD

HE VENIDO A BUSCARTE

MIRA MI IP, GOLFA

Anónimo dijo...

MI IP DE OVIEDO

Anónimo dijo...

VOY A ENTRAR MAZO VECES PARA QUE NO QUEDE DUDA

15:58 (Aprox.)

Anónimo dijo...

59

Anónimo dijo...

00

Anónimo dijo...

Y CLARO QUE NO VOY A DEJAR A ZINHO POR UN CULTIVADO CUARENTÓN DE MI CLASE SOCIAL

¿ES QUE NO HAS VISTO "LA DAMA Y EL VAGABUNDO"?

Anónimo dijo...

LO ESTOY PULIENDO

Anónimo dijo...

Visiten mi blog:

http://www.espiralroja.com/

Anónimo dijo...

PUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTA

Anónimo dijo...

PUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTAPUTA

Anónimo dijo...

PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA
PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA

Anónimo dijo...

Trabajoso patchwork

Anónimo dijo...

¿Has visto lo que ha hecho


la guarra de tu hija?

Anónimo dijo...

G
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
L
F
A

Anónimo dijo...

G
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
L
F
F

Anónimo dijo...

P
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
U
T
A

Anónimo dijo...

¿Qué es un merucu?

Anónimo dijo...

Kaleidoscope Girl
Ver todo mi perfil

Viviendo la vida a tope:
Paradita
Capturing the kaleidoscopes
Experiensia con el más allá
A mi padre se le jode el portátil: drama en dos actos
Dios los cría y yo los junto
Mis amigos los mendigos
Lluvia de amor en la butaca
Renegando que es gerundio
Vivir no es Beverly Hills
Qué verde era mi porro
Búsqueda de piso (II)
Búsqueda de piso (I)
Buenos días por la mañana, hijosdeputa
Una aclaración
Un día para la filantropía
Dos cosas que me han reventado el culo en la navidad 2005
Compañeros de piso, la lacra definitiva

Historias de Internet para no dormir:
A modernizarse
Cómo conocer gente maja en internet
Madera de bloj: the review
Este post chorra de verano
La generación que viene

Sinematris:
Pelis de Vietnam (V)
Pelis de Vietnam (IV)
Pelis de Vietnam (III)
Pelis de Vietnam (II)
Pelis de Vietnam (I)
V de Vicioso en Sitges
Pelis de vietnam: una introducción al horror
Animals rule!

Gente maja:
Esas barflys
Hoy es un buen día para morir
Los minutemen

Es mi opinión y tengo derecho a expresarla:
España para los españoles
Las alegrías del día
Lo que dicen cuando ya no estás
Mira un enano qué risa
¡Hítler ha vuelto y mola mazo!
El justo tajo en la entrepierna
Skins, revelaciones y cintas de vídeo
Payasos!
Amor y psychokillers
Disfruta del neofascismo
A COPE mari
Archivos
▼ 2007 (18)
▼ septiembre (1)
La libreta de multas
► julio (1)
La noche de las empanadas rotas
► junio (1)
Pepitilla Parade
► marzo (3)
Paradita
Capturing the Kaleidoscopes
España para los españoles
► febrero (7)
A modernizarse
Experiensia con el más allá
Las alegrías del día
Las super aventurillas del Súper Crítico de Blogs
A mi padre se le jode el portátil: drama en dos ac...
Lo que dicen cuando ya no estás
Pelis de Vietnam V: La escalera de Jacob y homena...
► enero (5)
Mira un enano qué risa
Dios los cría y yo los junto
Esas barflys
Hoy es un buen día para morir
Pelis de Vietnam (IV)
► 2006 (36)
► diciembre (3)
Porque el futuro es de los niños
Mis amigos los mendigos
Lluvia de amor en la butaca
► noviembre (2)
Pelis de Vietnam (III)
Pelis de Vietnam (II)
► octubre (3)
Pelis de Vietnam (I)
Off topic: V de Vicioso en Sitges
Pelis de Vietnam, una introducción al Horror
► septiembre (4)
Parejita de moda
Cómo conocer gente maja en Internet
Carlito Brigante
Madera de bloj: The Review
► agosto (4)
Este post chorra de verano
Renegando que es gerundio
Tunea a Mafalda...
Vivir no es Beverly Hills
► julio (1)
Qué verde era mi porro
► junio (3)
Animals rule!
Gente maja del mundo: Los Minutemen
Búsqueda de piso (II)
► mayo (16)
Búsqueda de piso (I)
Una aclaración, amigos
Buenos días por la mañana hijosdeputa
¡Hítler ha vuelto y mola mazo!
Un día para la filantropía
El justo tajo en la entrepierna
Skins, revelaciones y cintas de vídeo
Payasos!
Amor y psychokillers
Disfruta del neofascismo
Desayuno con necrófilos o la taza de café de Laura...
A COPE Mari
jueves, septiembre 06, 2007
La libreta de multas

Una cuestión puede ser llevada del plano confidencial a la metafísica practicada con absolutos desconocidos que, a ser posible, estén tan ebrios como yo. Creo que esto me está ocurriendo con uno de mis temas preferidos: la libretita de multas.


He guardado este documento durante años con la única esperanza de que me sirva, en un futuro, como atenuante en algún posible juicio de asesinato. Variaría el “las voces me obligaron a hacerlo” por “mi padre me multaba si no lo hacía”.

A pesar de todo, siempre lo he considerado como una anécdota graciosa y, cuando mis interlocutores piensan que les estoy narrando algún trauma infantil, ellos me pagan con la misma moneda. Pero de qué manera. A mí humilde relatillo responden con historias de terror protagonizadas por familias disfuncionales. Sin embargo, nada comparado con lo mío, dicen, ¡tu padre estaba loco!, dicen.


Así que he llegado a la conclusión de que la gente no ve cómo corre en sus entrañas su propia mierda y, si la ven, la suya al menos no está parasitada. Ésta es una nueva metáfora escatológica para ilustrar lo de la viga en el ojo. No es muy buena, pero las cosas están así: son las siete de la mañana, aún no he dormido un carajo y para alguien acostumbrado a dormir dieciséis horas al día a lo Descartes style, mi organismo está entrando en un estado parecido al colocón. Mi mente procesa de esta forma extraña como guiada a encontrar la verdad absoluta (y todo eso).

Vayamos a la historia de la libreta. Comenzó cuando tenía siete años y duró unos tres años fiscales. Mi padre decidió que había encontrado un método para arreglar el problema de la paga. Se me asignarían 53000 pesetas al año, ¿parece una buena idea, eh? Pero sólo podría sacar dos mil pesetas de golpe cada mes. A partir de ahí, elaboró una lista con las multas y el precio de cada una, dependiendo del valor de la prohibición (de 100 a 300 pesetas) que incluían cosas como: llorar sin motivo, tirar papeles a la calle, ver la televisión más de una hora al día o hablar en “mal tono”. Cada vez que infringía una norma, él sacaba la libreta del bolsillo, anotaba un palito en su respectiva multa y descontaba la cantidad. Palito tras palito, me quedaba en números rojos al segundo mes, más o menos. Para estar a cero, debía compensar el dinero que yo le debía a mi padre a base de trabajos forzados como pasar la aspiradora, catalogar sus libros o fregar los platos.


El seis de enero, cuando comenzaba nuestro nuevo año fiscal, se hacía balanza con la nueva asignación y yo me apresuraba a sacar mis dos mil pesetas antes de que todo se acabase.

Como he dicho, alguno, tras esta historia tan tierna de amor paternal, se sincera con “Pues mi abuelo me enseñaba el merucu en las tardes de domingo” y toda clase de aberraciones similares.

Ah, claro, tu familia permitía que el abuelo Pedro te arrimara la cebolleta allá monte arriba pero mis padres son unos cabrones retorcidos.

Alguien me contó, incluso, que estuvo jugando con un “nuevo muñeco” durante dos días que resultó ser un esqueleto de niño - humano- Esto se explicaría por una posible excursión que realizaron sus hermanos mayores al cementerio en pleno uso de sus mentes psicotrópicas. Aunque yo prefiero pensar que se acercaron al monasterio del Escorial y cortaron un trozo de esa tarta rellena de merengue y jugosos infantes. Dejadme soñar.

Pero en fin, jugar a las tacitas de té con el Jack Skeleton que han exhumado tus hermanos no es nada comparado con eso de las multas: ¿de qué iba tu padre, era una especie de Doctor Frankenstein o qué?


Publicado por Kaleidoscope Girl en 7:46 AM 67 comentarios



lunes, julio 16, 2007
La noche de las empanadas rotas

Intentar seguir el ritmo con mi meñique derecho al son del merengue que atruena por los altavoces con un par de machos alfas completamente bronceados que me van dando progresivamente la espalda no es lo mejor para mi autoestima. Grito a sus indiferentes camisas blancas de Ralph Lauren que me voy al baño junto a la manada de hembras pero en lugar de eso me escabullo como puedo del compromiso puñetero y parto hacia donde se me valora como mujer, es decir, allá donde la mujer más que algo tangible es la sombra de ésta proyectada en las paredes de una habitación cavernosa: tertulia con Álex de la Iglesia.


Me asomo, oculto el mojito tras el toldo blanco, escucho a los curiosos proclamar su más que absoluta indiferencia a voz en grito acerca del gran buda que aposenta sus carnes en un sofá de Ikea:

- A mí esta gente que va de guays… No.

- ¿Ese gordo qué anuncia? ¿Magdalenas?

- No, tío, no. Es ése… sí, ése, lo tengo en la punta de la lengua, ¡el que hizo Torrente!

Es inevitable fijarse en la lorza de la nuca de Jesús Palacios, llena de conocimientos autodidactas que se le salen del cerebro y bajan hacia su espalda por pura fuerza gravitatoria. Ese mogollón de saber reconcentrado que toma vida mientras asiente me tiene hipnotizada y admiro, envidiosa, el nuevo órgano mutante que acabo de descubrir.

Pura lujuria con un toque de blur


Llega el turno de preguntas. Aquí ataca la horda de piratas new wave. Dios, no me moriré sin saber si al venerable le parece mejor que me descargue sus obras o que no las vea nunca en Dvd. ¿Qué crees que pensará, mamón?

Veo lo poco que queda de una empanada gallega mordisqueada al lado de la mesa de control con un súper relleno de bonito mientras el poderoso torrente trialcohólico formado por sidra, ron y cerveza fluye hacia mi mano derecha empujándome al abismo. ¿Alguna pregunta más? No la alces. Álzala. No. ¿Ninguna? No. Sujétatela con la otra.

- Sr. de la Iglesia, ¿se va a acabar esa empanada?

Pues si no hay más preguntas, eso es todo. Gracias.

Ya ha pasado la oportunidad. Ahora entiendo lo que sintió Peter Griffin al no beberse aquella sopa. Qué desatino.


Publicado por Kaleidoscope Girl en 12:39 PM 17 comentarios



miércoles, junio 20, 2007
Pepitilla Parade

Poco que contar sobre este tiempo en búsqueda del mojo. Aprendí que los seres humanos y las hormigas pueden convivir en el medio urbano en completa armonía; cavé una zanja con mi padre, tuvimos una conversación de hombre a hombre y encontramos una mina de azabache; me compré un volksauten; intenté iniciarme en el noble arte de la cetrería (en vano) y fui abofeteada por un camarero psicópata al que no le agradaba que me comiera el pan antes de que se sirviera la comida.


También el blog me absorbió como ente vivo que se desarrolla en mi ausencia. Ya sé que comments y estadísticas no sel kálate, Miyagui, pero tengo derecho a soñar… Fanáticos de la COPE, estraperlistas de links y ministeriosos, yo os amo.



Publicado por Kaleidoscope Girl en 10:02 AM 20 comentarios



lunes, marzo 26, 2007
Paradita

Doña Aureliana Maldía Traigo con DNI número 66645675 y domicilio en la Avda. de los Mundanos, puerta 3, escalera 1, a fecha 26 de marzo de 2007


EXPONE:

Que habiendo perdido la autora el llamado “swing”, se dispone a realizar un viaje espiritual para encontrarlo de nuevo.


Que dicho viaje no tiene una duración determinada y que en el transcurso de éste no es condición indispensable el dejar EL MEDIO, por lo cual es muy posible que la autora se manifieste en cualquiera de sus múltiples personalidades, mediante el - nunca llamado pero lo hacemos ahora- “trolleo consentido”, ya sea con swing o sin swing.

Que las causas de la pérdida del swing no se han esclarecido todavía, pero barajamos las siguientes:

- maldehamores

- ingestión masiva de orfidales

- bloqueo mental ante dilemas metafísicos y/o preguntas sin respuesta tales como “¿dónde está la mosca, aquí o allí?”

ES POR LO QUE SOLICITA:

Que los múltiples fans de este sitio envíen sus pésames temporales y tengan conocimiento de la estaticidad del blog hasta el re-encuentro con el llamado “swing”, para así evitar manifestaciones multitudinarias que enarbolen banderas rojigualdas pidiendo actualizaciones que no serán llevadas a cabo bajo ninguna amenaza hasta la supresión del no-swing.

Y PARA QUE ASÍ CONSTE:

Lo firma con sangre B+,


en Kaleito Town a 23 de marzo de 2007

La secretaria Himconpetente.


Publicado por Kaleidoscope Girl en 10:15 PM 40 comentarios



Entradas antiguas Suscribirse a: Entradas (Atom)

Coleguen blogs
AGAF
Arrozcompollo
Basta de bastas
Botas de cartón
Coronel Kilgore
Doctor Aberración
El blog de Camilo de Ory
El espejo convexo
La estufa eléctrica
La mirada del asno
Las siete vidas de la gata
Macías pajas-da web-
Runrunes
Sin receta
Zzazz
¿Es a mí?
¿Pasaremos por el in&out?
Visite raudo:

www.flickr.com
What is this?
This is a Flickr badge showing public photos from kaleitroscopica. Make your own badge here.
Amigos
Ikiru Libros de Cine (Oviedo)
Trailer V de Vicioso
E-link V de Vicioso
Still no style
El dibi (artista conceptual)
Pollo 2.0
Saca la basura (el menéame morrallero)
Deme algo
Louie Louie Club

Anónimo dijo...

LibertadDigital.es 01/01/2008 19:12 LDTV pág.inicio pda y móvil rss Portada Opinión España Mundo Economía Internet Sociedad Deportes Discapacitados en todo LD en noticias LD en opiniones LD en Internet Comunidad Foros
Bitácora de los lectores
Blogs de los lectores
Los enigmas del 11M
Pio Moa
Juan Manuel Rodríguez
Chat
Extras Programación TV
¡Descubre el nuevo Ford Mondeo!
Suplementos
La Ilustración Liberal
Crónica bursátil
Galerías de fotos
Firmas
Cartas al Director
Hemeroteca
Pasatiempos
Al minuto Avisa LD
Alertas por email
Móviles & PDA
RSS
Servicios Email gratuito
El Tiempo
Compras
Almanaque de los lectores
Asistencia técnica
Loterías y apuestas
Motor
Recuérdame
Callejero Callejero
Rutas urbanas
Páginas blancas
Páginas amarillas
Restaurantes
Alojamientos
Inmobiliaria small normal medium large


ALFONSO ÚCAR: "UN NUEVO INTENTO DE AMEDRENTARME"
Dejan una bomba simulada en la puerta de la casa de un concejal de UPN

Desconocidos han colocado este martes un artefacto explosivo simulado en la puerta del domicilio del concejal de UPN de Villava (Navarra), Alfonso Úcar, quien lo ha considerado un "nuevo intento de amedrentarme y asustarme" pese a que son "objetivos que no van a conseguir". El concejal relató que al salir de su vivienda, sobre las 9,30 horas, advirtió la presencia del paquete, del que salían "un montón de cables por todos los lados". La violencia pro-etarra ha vuelto a hacerse notar en el paso al nuevo año. Al ataque incendiario de este lunes contra una estación de tren en Rentería, se han sumado este primer día del año el lanzamiento de bombas incendiarias contra la subdelegación del Gobierno en Vitoria y una sede del PNV en Zumárraga.


El terrorismo pro-etarra ataca la subdelegación del Gobierno en Vitoria y una sede del PNV
Ibarretxe mantiene su consulta "hasta las últimas consecuencias jurídicas y políticas"
¿Aborto legal?, por el Doctor De la Morena
NOTICIAS Y ARTÍCULOS: El aborto y la salud mental | García Bustelo, Premio Severo Ochoa a la Investigación Biomédica | Aumentan las consultas por dolor abdominal en Navidad
Dudas médicas: verrugas en cara y cuello, síndrome de Sjogren y rijas oftalmológicas...

LA PRESIDENTA DE MADRID BAJÓ A LA CALLE A GRABARLO
Aguirre recuerda a los héroes del 2 de Mayo en un mensaje navideño que rompe moldes

La presidenta Esperanza Aguirre ha recordado la gesta del 2 de Mayo como "la más importante de la historia de Madrid", en su mensaje de Año Nuevo. Aguirre ha renunciado al formato habitual de estos mensajes, grabados en despachos oficiales, y ha bajado a la calle, junto a los madrileños, a pronunciarlo. La presidenta de Madrid destacó la importancia de un levantamiento popular que significó "el nacimiento de la conciencia de que España es una gran Nación de hombres libres e iguales que quieren ser dueños de su destino".


Juan Carlos Girauta
España, 2008
Todos contentos: PP y PSOE se adhieren al mensaje del Rey y prometen consenso para todo
“SIN SEGURIDAD NO HAY LIBERTAD POSIBLE”
Astarloa promete “Ley, firmeza y orden” si el PP gana las elecciones
PRIMERA EUCARISTÍA DEL AÑO 2008
Benedicto XVI: "La familia es la principal agencia de la paz"
Bermejo niega a la Iglesia el derecho a criticar al Gobierno
Blanco exige a la Iglesia que rectifique



VÍDEO: Así se lo ha contado LDTV




Los momentos más memorables de este año que dejamos atrás, en más de sesenta artículos seleccionados por nuestra redacción.

Debate sobre el Estado de la Nación: Madres a 2.500 euros, actas sin precio


LA FECHA ELECTORAL SE CONOCERÁ ESTE MIÉRCOLES
Pakistán rehúye las ayuda internacional para esclarecer el asesinato de Bhutto
El Gobierno paquistaní podría aplazar seis semanas las elecciones legislativas
Musharraf "considerará" la petición de que investigadores internacionales analicen el asesinato de Bhutto
El hijo de Bhutto, de 19 años, elegido presidente del PPP
ESTE MIÉRCOLES SE PRACTICARÁ LA AUTOPSIA
La joven desaparecida en Navidad en Alicante, hallada muerta en la cima de una montaña
De la irrelevancia al ridículo
Rafael L. Bardají y Florentino Portero Feliz año nuevo
Horacio Vázquez-Rial Cultura y libertad José María Marco
Caliente, caliente Enrique Coperías
Un año para sostener la esperanza José Luis Restán
Mensaje de Z a los españoles con motivo del Solsticio de Invierno Pablo Molina

EL CONSTITUCIONAL, EN GUERRA, SIGUE SIN HABLAR
Mañana empieza a funcionar la Agencia Tributaria de Cataluña, que emana de un Estatuto recurrido
Velarde anticipa que la soberanía catalana hará "ingobernable la política fiscal en España"
El PP llama "irresponsable" al PSOE por no frenar la Agencia Tributaria catalana
OLA DE VIOLENCIA POLÍTICA TRAS LAS ELECCIONES
Al menos 30 personas mueren quemadas vivas en una iglesia de Kenia
El embajador de EEUU en Kenia niega que Fazul Abdullah haya muerto por un bombardeo en Somalia
SE APLAZA INDEFINIDAMENTE
Chávez y las FARC acusan a Uribe de “dinamitar” la entrega de rehenes por tener al Ejército alerta
La Cruz Roja pide a las FARC que no tarden en revelar dónde liberarán a los rehenes
Oliver Stone filmará la entrega de rehenes de las FARC para hacer un documental
Libertad Digital TelevisiónEl año 2007, comentado por los analistas de LD
Javier Rubio entrevista en "Contemporáneos" a José Díaz Herrera.
Luis del Pino nos ofrece en "11-M: la sentencia" las últimas informaciones del caso.
Fabián C. Barrio nos trae en "Conectados" lo último en el mundo de Internet.
Presentación de libro de Federico Jiménez Losantos: Parte 1 | Parte 2
- VÍDEO emitido durante el acto
- VÍDEO LD: Federico responde a los televidentes

Blogs en LibertadLuis del Pino
Antes de votar, queremos la verdad Pío Moa
La necesidad de sentido Juan Manuel Rodríguez
Trescientos euros con los que calmar a la República Independiente del Barça Educación para la ciudadanía
Un freno más a la deriva totalitaria Regina Otaola
Los españoles estamos obligados a movilizarnos contra el Terror

Blogs: Carta a mi madre, por Mursiya
Foros: ¿Hasta cuándo van a seguir jugando las FARC, Chávez y la izquierda...?, por Perdido


La pregunta del día¿Qué destacaría de la gran concentración por la familia?
La Bitácora de los lectores¿A qué cree que obedece el nerviosismo del PSOE tras el éxito de la Celebración de la Familia?



Destacamos
54 muertos en las carreteras. Cincuenta y cuatro personas han muerto en los cuarenta y seis accidentes de tráfico registrados en las carreteras españolas desde la puesta en marcha de la operación especial de tráfico con motivo de las fiestas navideñas, el pasado 21 de diciembre, hasta las 20.00 horas de este domingo.


Lo más notable es la visibilidad cada vez mayor de los liberales y los conservadores en la esfera cultural. Ya no nos pueden silenciar, como antes. Ahí están las tiradas de los libros de Federico Jiménez Losantos, Pío Moa y César Vidal, o la del último de José María Aznar. Pero que nadie se haga ilusiones: hay muchos modos de callar a la gente. José María Marco


ESTUVO UNAS CINCO HORAS CON LAS TROPAS
El Rey viaja por sorpresa a Afganistán para felicitar el año a los soldados y mostrarles su apoyo
DOCUMENTACIÓN: Una misión con 85 militares españoles fallecidos
El Ejército español cierra el año con el mayor número de bajas por atentado terrorista desde Irak
POR 294,06 MILLONES DE EUROS
Catalana Occidente vende a Crédito y Caución su participación en Atradius
Catalana Occidente entra a formar parte de la segunda aseguradora de crédito mundial
EN CASO DE PODER AYUDAR CON LA INVESTIGACIÓN
Los padres de Madeleine podrían regresar a Portugal para seguir la búsqueda de su hija
Los McCann graban un vídeo con imágenes inéditas de su hija Madeleine
"COMPLEJO, CASUÍSTICO Y FORMALISTA"
Las empresas de comercio electrónico ven "obsoleto" y muy sancionador el reglamento de la ley de Protección de DatosENTRA EN VIGOR ESTE 1 DE ENERO
Las pymes contarán con cursos gratuitos para aplicar el nuevo plan contableENTRE LOS DOS ANOTARON 29 PUNTOS
Gasol y Navarro no logran evitar una derrota de los Grizzlies ante los campeones Spurs
Yao Ming impone su ley bajo aros y hace inservible el doble-doble de Calderón





EditorialesCristianismo y familia, fundamentos de una sociedad libre
En la prensaBlogoscopio
Vuelven los borroka
Opinión
José García Domínguez
Gabinete de Zapatero
El espíritu de la época
Carlos Rodríguez Braun
Tontería económica de la semana
La maldad, la oferta y la demanda
Ignacio Villa
Opinión
Un nuevo aquelarre independentista
Victoria Llopis
Concentración en Madrid
La familia grita libertad
José Enrique Rosendo
Concentración por la familia
La libertad y el catolicismo
Agapito Maestre
Concentración por la familia
La Iglesia en la calle
José Vilas Nogueira
2007
Balance de un presidente más bueno que el pan
Isabel Durán
Balance de la legislatura
Somos culpables
José Carlos Rodríguez
Desde la cofa
El PSOE no tiene remedio. ¿Y el PP?
Fundación Heritage
por Edwin J. Feulner
Espiando la verdad Luis Hernández Arroyo
2007-2008
La amenaza del Leviatán Fotos del día
Los sindicatos y las empresas concesionarias de la limpieza del Metro de Madrid han roto las negociaciones tras casi 24 horas de diálogo. La huelga, que ha llenado de basura los pasillos del suburbano, dura ya trece días. (LDTV)

Ver más fotos

Anónimo dijo...

Noticias y opinión en la Red Salud en Libertad Digital Coordinado por el Doctor Enrique de la Morena Portada Mundo Economía Internet Sociedad Deportes Discapacitados Las consultas por dolor abdominal aumentan en Navidades
La Sociedad Española de Medicina General avisa del aumento de consultas por dolor abdominal e intoxicaciones digestivas durante las fiestas navideñas y aconseja un consumo responsable.

Los excesos en las comidas de Navidad
Xosé Ramón García Bustelo, Premio Severo Ochoa a la Investigación Biomédica
El estudio del doctor en Biología Xosé Ramón García Bustelo abre las puertas a un nuevo enfoque sobre los mecanismos de patologías como el cáncer, las inmunodeficiencias o las infecciones virales.
Más de la mitad de los jóvenes no hace ejercicio fuera de la clase de Gimnasia
Esto se traduce en un aumento de la grasa corporal y en una deficiente adaptación y recuperación cardiorrespiratoria ante un esfuerzo moderado. Además, un tercio de la población escolar de 9 a 17 años realiza una actividad física "insuficiente".
El "corazón virtual", un instrumento de aprendizaje para 4.500 médicos
Se trata de una herramienta digital que simula el funcionamiento y la estructura real del corazón así como sus patologías. Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de fallecimiento en nuestro país.
Sólo el 30% de los pacientes acude al médico si descubre una variación en su piel
Una encuesta sobre melanoma revela que cerca del 85% de las personas conoce la relación entre sol y manchas en la piel, pero sólo el 30% acude al médico si descubre alguna variación en sus manchas y lunares. Además, un 40% desconocen a qué tratamientos pueden acceder en el caso de padecer un melanoma.
La OMC defiende la prescripción como un acto exclusivamente médico
El vicesecretario de la Organización Médica Colegial, Francisco Toquero, ha advertido que "para prescribir, que es la última parte del acto médico, hay que saber no sólo farmacología, sino saber diagnosticar".

Aborto legal igual a crimen o asesinato científico
POR EL DOCTOR ENRIQUE DE LA MORENA
Muchos de nuestros lectores se preguntarán el por qué de este título, pues bien, espero que al final de mi exposición lo hayan comprendido.

Definimos el embrión como el conjunto de células vivas que están desarrollando un ser pluricelular, esto es en el humano una persona. Al decir conjunto de células vivas nos estamos refiriendo a que una vez que el espermatozoide (donado por el hombre) se encuentra en la Trompa de Falopio de la mujer con un óvulo, se reconocen y forman una célula viva, que a lo largo de la trompa se va multiplicando para desembocar en el útero y ser ya pluricelular y empezar a desarrollarse.

Ya en la segunda semana se empieza a formar la placenta, que es la fuente de nutrición de ese ser vivo que llamamos embrión. A la tercera semana se empieza a formar el tejido nervioso y empieza también a formarse el tejido a partir del cual se originarán los distintos órganos (corazón, hígado, etc.) y hacia el final de esta tercera semana ya empieza a formarse el sistema digestivo.

Cuando finaliza el primer mes ya han empezado a formarse y desarrollarse todos los órganos importantes. Ya podemos observar los bracitos, las piernas, ya sentimos los latidos del corazón, vemos también los ojitos y así continua el proceso que al final de los nueve meses nos va a traer esa madre a un nuevo ser. Los legisladores no tienen nunca en cuenta estas fases en las que son ya seres vivos y que lo que se esta haciendo es un crimen científico.

Por otro lado, estudiamos la carrera de Licenciado en Medicina y Cirugía con un coste importante de nuestra familia y del Estado y nuestra función es la salud de la población. No hemos estudiado para ser asesinos científicos. Yo, por lo menos, no recuerdo haber estudiado en la Facultad de Medicina una Asignatura que llevara por titulo Abortos Legales. Si así hubiera sido, yo no habría estudiado Medicina.

No es necesario invocar cualquier religión. Es la propia dignidad de los profesionales de la Salud la que nos impide realizar abortos legales. Si una mujer no quiere tener un embarazo disponemos de medios para evitar esas circunstancias, pero si por casualidad ha quedado embarazada que lo lleve a término, que la sociedad acogerá con mucho cariño a ese nuevo ser.

Los médicos tenemos la obligación del Juramento de Hipócrates, y tenemos el deber y la obligación de cumplirlo. Para mí, personalmente, no considero médico a aquel que se dedica a ser un asesino científico.

¿Dudas médicas?

Envíenos su email a salud@libertaddigital.com
El oculista ha diagnosticado a mi bebe de 5 meses una rija, le lagrimea mucho el ojo y le sale legaña. Dice que la solución es sondarla y abrirle el conducto ocular. ¿Se podría solucionar de otra manera?
Enviada por Aurora Sánchez Segado

Es el tratamiento adecuado y tenga la seguridad de que saldrá muy bien, hoy en día en España disponemos de oftalmólogos pediátricos de primera fila.

¿Existe algún tratamiento eficaz contra las verrugas en cara y cuello?
Enviada por Lucía Ortí Pascual

Como ya hemos explicado en alguna duda anterior, por lo general las verrugas son de origen genético, por eso, de lo que se trata es de evitar su aparición. Por eso, sería interesante que un buen dermatólogo le viera y aconsejara.

Mi mujer padece Síndrome de Sjogren, pero cada medico sólo quiere cerrarse a su especialidad y nadie es capaz de mirar el problema en su conjunto. ¿Existe algún equipo especialista que sea asistencial y no expresamente de investigación?
Enviada por Felipe Campo

Como muy bien usted enumera el Síndrome de Sjogren (sequedad de ojos, problemas reumáticos, problemas hormonales, problemas de tiroides, cansancio crónico) es una enfermedad multidisciplinaria, nuestro consejo es que debe acudir a un internista y que él, con los datos que los distintos especialistas le vayan dando, instaurar el tratamiento adecuado en su momento. Es una enfermedad que se esta estudiando a todos los niveles y nadie mejor que un internista para que la lleve.

PSICOLOGÍA
El aborto y la salud mental

Dr. Joaquín E. Galván Fradejas SEGURIDAD
La protección de datos sanitarios

Rosa García Ontoso TABAQUISMO
Los niños, fumadores pasivos

Dr. Vicente Luis Gil Valdés SALUD PÚBLICA
La importancia de las vacunas

Dr. Santiago Grisolía Portada Mundo Economía Internet Sociedad Deportes Discapacitados Suplementos LDTV Copyright Libertad Digital S.A.
C/ Juan Esplandiú, 13
28007 Madrid
Tel: 91 409 4766 Fax: 91 409 4899
Nosotros Estadísticas Publicidad Asistencia técnica Términos y Condiciones

Anónimo dijo...

Noticias y opinión en la Red Salud en Libertad Digital Coordinado por el Doctor Enrique de la Morena Portada Mundo Economía Internet Sociedad Deportes Discapacitados
Más de la mitad de los jóvenes no hace ejercicio fuera de la clase de Gimnasia
Esto se traduce en un aumento de la grasa corporal y en una deficiente adaptación y recuperación cardiorrespiratoria ante un esfuerzo moderado. Además, un tercio de la población escolar de 9 a 17 años realiza una actividad física "insuficiente".



La consecuencia directa
Un incremento de los índices de grasa corporal: un 17 por ciento de los chavales acumula porcentajes de grasa "altos" y un 35 por ciento "moderadamente altos".

L D (EFE) A partir de los 15 años, más de la mitad de los chicos nunca hace ejercicio fuera de las clases de Educación Física, lo que se traduce en un aumento de la grasa corporal y en una deficiente adaptación y recuperación cardiorrespiratoria ante un esfuerzo moderado, según un estudio piloto entre 3.063 adolescentes y niños.

El estudio se ha realizado durante 3 años en seis comunidades autónomas, ha afirmado su responsable, el catedrático de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Autónoma de Madrid Juan Luis Hernández.

Una de las novedades del trabajo, ha consistido en medir la grasa alojada en los pliegues cutáneos (en abdomen, espalda y brazos), junto al cálculo del Índice de Masa Corporal, así como emplear pulsómetros para conocer exactamente la frecuencia cardíaca (en lugar de que cada niño tomara su propio pulso).

En general, un tercio de la población escolar de 9 a 17 años realiza una actividad física "insuficiente" y, a partir de los 15, más de la mitad lo practica sólo durante las dos horas semanales de la clase de Educación Física, pese a que lo recomendable es una hora diaria, de acuerdo con los resultados del estudio.

La consecuencia directa es un incremento de los índices de grasa corporal: un 17 por ciento de los chavales acumula porcentajes de grasa "altos" y un 35 por ciento "moderadamente altos". La vida sedentaria, ha asegurado el catedrático de la Autónoma, repercute además en la respuesta del organismo ante la realización de determinados esfuerzos físicos.

En este sentido, el estudio refleja una deficiente adaptación cardiorrespiratoria de los niños y adolescentes ante un esfuerzo de "moderada intensidad".

Además, el equipo responsable de esta investigación comprobó una "deficiente flexibilidad": el porcentaje de población escolar que, como referencia de un mínimo de flexibilidad "suficiente", no llega a tocarse los pies con la punta de los dedos representa un 45 por ciento.

Tanto la adaptación cardiorrespiratoria como la flexibilidad son capacidades que se relacionan con el grado de salud de la población y con la posibilidad de padecer enfermedades asociadas al estilo de vida sedentaria.

A juicio de Hernández, dado que la forma de asegurar la práctica universal de la actividad física entre los chavales es la clase de Educación Física, esta asignatura debería aumentar sus horas lectivas de forma significativa.

Portada Mundo Economía Internet Sociedad Deportes Discapacitados Suplementos LDTV Copyright Libertad Digital S.A.
C/ Juan Esplandiú, 13
28007 Madrid
Tel: 91 409 4766 Fax: 91 409 4899
Nosotros Estadísticas Publicidad Asistencia técnica Términos y Condiciones

LuisMars dijo...

uop saludos, donde a quedado el te quedas sin salir a jugar?

Folks dijo...

¿qué le hisizte a Panchito para que te troliase aci el bloj?