miércoles, agosto 23, 2006

Este post chorra de verano

Oigan, el otro día estaba videando el documental End of The Century de los Ramones, cuando pensé que podría ser del agrado de mis amiguitos de Internet este fragmento tan lleno de bizarrismo en el que Dee Dee quiere ser una black person y se hace Nerd Rapper. No se pierdan el momento en el que sale de la boca del metro, qué fila india retromonga, qué movimientos… Descansa en paz, pequeño gran jonki.

I'm a Funky Man
My name is Dee Dee Ramone!




También se hace necesario, con este solano estival sobre nuestras cabezas, esa clara bien pagá en el chiringuito de turno para olvidar la visión de los huevales – donde hay pelo, hay alegría – del viejo moderno que hace lo del naturismo en pleno asfalto y deleitarse con este vídeoclip de otro rapper geek, él es MC Hawking y éste es el hit “What we need more of is science”.


Y, en otro orden de cosas, parece que habrá que ir a ver la frikada de película Snakes on a plane. ¿Se apunta alguien? Es que no tengo amigos desde que hablo mal de ellos en el blog, se lo pueden creer. He descubierto que el nigga de moda Samuel L. Jackson te llama al selular mediante una llamada que personalizas en la web de la peli. Yo he hecho la prueba y a mí me ha acojonado, parece que te fuera a meter por el culo, puño mediante, los cientos de ovillos de algodón que sus ancestros tuvieron que recoger en los campos de Missisipi.

Por cierto, que si tienes un nombre chungo como RigobertaMenchún, no te va a cargar, no lo intentes, joder, que ya lo he probado yo.


Con tantas referencias a cosas chachis parezco la putarda de Claudín. ¡Prometo que no volverá a ocurrir! Un saludo, amigos.

Pd. Me acabo de enterar de que Plutón ya no es un planeta, así lo han decidido unos científicos de la gama alta, de los de Premio Nobel y bisoñé. ¿Qué será lo siguiente? “No, oigan, que lo de la Tierra es una ilusión también, que esto es una gran Matrix”. ¡Ja, lo sabía!

lunes, agosto 21, 2006

Renegando que es gerundio

Es sábado por la noche y me voy a tomar unas cocacolas lights. Ha llegado al grupo un chico, lo conozco de algo sólo que ahora está muy cambiado, con camiseta a rayas, peinado a lo etarra con pequeñas rastas por detrás y piercing radikal con ka. Me lo presentan y por su nombre acabo de caer en la cuenta de dónde lo conozco.

- Hola, ¿qué tal?

- Hola, creo que nos conocemos, jugabas a tenis conmigo cuando teníamos trece años o así.

- ¿Al tenis? – mira hacia los lados- Mnnn, no, creo que no, eh.

- Sí, sí, seguro

- Igual al frontón en Mareo.

- No, no, al tenis en el Club de Tenis.

- Creo que te estás equivocando.

- Bueno…

Me dedica unas miradas huidizas. Pero qué cojones le pasa a este tío, ni siquiera he empezado con las cocacolas así que estoy perfectamente sobria y, por lo tanto, completamente segura de lo que digo. Conseguir que el puto hippie no reniegue de su pasado como percha para polos de Lacoste se convierte así en mi particular cruzada para esta noche.

2.20 a.m. Me acerco a él de nuevo. “Holaaa…”

- Tus boleas eran las mejores del Club.

- No.


Hay más cosas en la vida que llevar un traje kuko y a la moda. No reniegues de tu pasado.

3.00 a.m. Parece que al tipo no le gusta mucho folclorizar con la gente, se encuentra algo retraído y ni siquiera pasa petas. Pienso que le debe estar martilleando la conciencia por ser tan mentiroso, así que vuelvo a la carga y le doy una segunda oportunidad.

- Hola

(suspira mirando hacia arriba)

- Oye, hay cosas peores que haber jugado al tenis. Hay personas que han matado a otras y cosas así, no tienes por qué renegar de eso, hombre.

- ¡Que no! Yo no he jugado al tenis ¡NUNCA!

Me está dejando como una energúmena y yo sólo quiero respirar algo de verdad en este mar de hipocresía que es la vida, amigos. Le doy un largo trago a la Mirinda y me río un rato con Quique, que está ofreciendo un cubata de meaos con hielo a las mozas. En la hilaridad y ajetreo del momento, derrama parte del contenido sobre su camisa y mis manos. Nos tambaleamos hacia el baño para arreglar este desastre entre risas.

3.30 a.m. Ahora sí que sí, ahora sí que puedes decir que las Fantas se me han subido a la cabeza. Me contoneo lo más femeninamente que puedo con el refresco en la mano, calzo una sonrisa encantadora y casi susurrando en su oído comienzo otra vez…

- Qué bien nos lo pasábamos con el entrenador

- No.

- Qué bromas más cachondas le hacíamos

- No.

- Recuerdo aquella vez que…

- No.

Comprobado una vez más que la gente siempre puede superarse hasta alcanzar cotas de deficiencia mental y para no dejaros con mal sabor de boca, os reproduzco una sentencia salida de la boca de mi abuela que deja patente que aún existe la inocencia en un mundo cada vez más hostil:

“Los chicos de ahora son muy sanos, se levantan temprano, que los veo yo paseando por la playa con botellines de agua mineral y todo”.

¡Bien! Un saludo, amigos.

martes, agosto 15, 2006

Tunea a Mafalda...

Y cágate en la boca de todos los argentinos de una vez por todas

Desde aquí quiero también saludar al asiduo visitante de Texas enmascarado con una simpática postal, por vivir en un país tan genial:



Y a aquél que busca en San Google "papuchi simpatía eterna" y viene a parar aquí, ofrecerle mi amistad para siempre, por favor, yo le amo a usted.


Espero que todos, eric trolls incluidos, estén pasando un grato verano en compañía de sus familias y amigos. Aquí están en kaleitroscopic home mis padres cortando el summer pavo, espero que acepten este brindis, amiguitos.

NOTE FOR ALL CANADIAN AND AMERICAN FOLKS
HEY, I THINK YOU REACHED MY BLOG LOOKING FOR THIS PIC:


Yeah, he´s a nazi nigger :)

domingo, agosto 06, 2006

Vivir no es Beverly Hills

Según mi calculadora de Windows, faltan 187 horas, 11.220 minutos, 673.200 segundos para que me baje del avión en el aeropuerto más pequeño del mundo cuya máquina de refrescos sería la única amiguita que se echaría el jodido Tom Hanks si estuviera atrapado en ésta, su única Terminal.

Entonces, mi madre me dará un abrazo, me dirá “Qué delgada estás”, cosa que repetirá siempre aunque pese 80 kilos, seguirá con el “¿Comes fruta?” habitual, agachará la cabeza para comprobar si llevo tacones aunque no sea de “ese tipo de chicas freshcas” y como si fuera un vulgar Godzilla que acabara de encallar en su puerto de Liliput mirará hacia arriba atribuyéndome una altura de proporciones gigantescas.

- ¿Qué tal en lo de la guerra, hijo?
- La vamos haciendo, madre.
- Pero dime, ¿comes fruta?
- Joder...

Mi padre, hasta ahora en un segundo plano, se ruborizará, ya que es el momento de hablar con una persona y no está acostumbrado (el muy Unabomber) mirará a su pequeña Frankenstein, pues soy su “criatura”, su perra de Paulov que ha moldeado a través de una infancia que haría las delicias de Herr Freud y, mientras esboza una tímida sonrisa, como si hablara para el jurado de la tesis de su quinta carrera, bien grave, bien claro, bien educado, saldrá de sus labios un “Hola. Buenas noches”.

Me llevarán a cenar al Palacio-Parador de tropecientos tenedores, y lo digo por redondear. Nos tomaremos una copa en el jardín del restaurante, que tiene sólo dos mesas para que te sientas el Lord del castillo por unos instantes. Aparecerá el camarero vestido de gala y, aunque parezca que te vaya a preguntar con perfecto acento de Cornualles “Would you like a tea?”, se expresa en castellano castizo y se mueve con la bandeja de plata por el jardín como si fuese una extensión de su brazo, haciéndote ver que es servil pero digno.

Ya adentro, cuando traen el platazo lleno de marisco y de unos bichos cuya cara crustácea ni siquiera recordaba, que me dan ganas de echarme a llorar de pura nostalgia, amigos, es cuando mi madre preguntará retóricamente “¿A que esto no lo comes en Barcelona, eh, eh, eh?” .Los “eh´s” parecen perderse por el valle, resonando en mis oídos hasta el infinito y sólo consigo acordarme de las gambas del arroz tres delicias congelado carrefour stylo; con la cabeza muy alta discrepo “No te creas, no te creas que a mí también me gusta comer bien”.

Le doy unos míseros traguitos al reserva porque a la vuelta me toca conducir a mí. Durante los postres, la pregunta de turno saldrá de la boca de mi padre “¿Cuáles son tus planes de futuro?”, en esos momentos, calcularé la vidriosidad de su mirada, es decir, si lleva la taja suficiente como para poder decirle “Carpe Diem, papi, Carpe Diem son mis planazos” y poder echarnos unas risas todos juntos. Seguramente no será el momento adecuado… la cosa empieza a torcerse pero yo tengo varios ases en la manga para desviar la conversación y continuar con el tono distendido y amistoso de esta primera toma de contacto:

a) El hórreo que han encargado construir: Aquí entramos en materia arquitectónica densa y vasta, proporciones, tradiciones añejas, mitolología y cuélebres varios.

b) La noche que se conocieron o popurrí de anécdotas de los setenta: “Yo me enamoré de tu madre por su elocuencia. Estábamos unos amigos en una cabaña pasando el fin de semana y nos habíamos metido anfetaminas a reventar menos tu madre que se había bebido dos cafés, eso sí, negros como el carbón y créeme que era la que más hablaba del grupo. Qué noche más bonita aquélla. (ja.ja).”

c) Carod Rovira: El escozor nacionalista en vena haciendo mella en dos excomunistas reformados. *Nota mental: Utilizar sólo en caso de urgencia, si han fallado las anteriores alternativas. Existe peligro de alteración de jugos gástricos y cortes de digestión en cadena.

Si todo sale según lo previsto, me acostaré a eso de la una de la mañana mientras le susurro a la almohada “Ay, amiguita, ¿no es genial estar en casa de nuevo?” y me hundiré en un profundo sueño mientras cuento con los dedos a cuántos días estoy del siguiente vuelo.

¡Mentira!